Claudia Vásquez Mendoza

Hola, soy Claudia Vásquez Mendoza y después de 25 años que vuelvo a visitar Ancón. En esta oportunidad pude hacerlo con mi esposo y con mis hijos, disfrutando unos días de relax, saliendo de la rutina de la ciudad y siguiendo los protocolos sanitarios.

En la semana que llegué a Ancón, los hoteles no están atendiendo, así que nos alojamos en el distrito de Santa Rosa, en el hospedaje Beach House, en habitaciones con camas matrimoniales, el hospedaje es limpio, tiene buenos precios, es cómodo y tienen una esmerada atención, aparte de tener estacionamiento. La encargada es la señora margarita, quien nos atendió satisfactoriamente.

Visitando el Museo de Sitio

Antes de nuestra llegada tuvimos la oportunidad de contactar con la señorita. Benigna Colmenares , «Benny», quien es guía oficial de turismo y encargada del museo de sitio de Ancón. Nuestro paseo por el museo guiados por Benny fué muy ilustrativo. El museo tiene piezas muy interesantes en cerámica, arte plumario, textiles, líticas, fardos funerarios, instrumentos musicales, entre otros.

El trabajo en museografía tengo que mencionar está bien realizado, con representaciones de patrones de enterramiento de las culturas Lima y Wari de forma didáctica. Además el museo muestra una sala de piezas en cerámica llamadas cuchimilcos y chinas, elaboradas por la cultura Chancay.

Conociendo las Casas Coloniales

Luego de la instructiva visita, tuvimos una vista panorámica desde la terraza del museo, desde donde se puede divisar el lugar donde se realizaba el conocido y prestigioso Festival de Ancón hasta el año 1984. Acabada la visita en el museo emprendimos nuestro paseo por el balneario guiados por Benny, apreciando fachadas de preciosas casonas de principios del siglo XX, pertenecientes a familias de la aristocracia limeña como los Rizo Patrón o los Miro Quesada.

Benny también nos llevó por las casonas que fueron habitadas por personajes históricos como el gran Ricardo Palma autor de Las Tradiciones Peruanas, Andrés Avelino Cáceres; conocido como el ”Brujo de los Andes “, del ex presidente José Balta, en cuyo período presidencial se construyó el ferrocarril Lima-Ancón.

Terminamos con un agradable paseo a lo largo del malecón. Y siguiendo la recomendación de Benny almorzamos muy bien en el restaurante: “Pepe Cangrejo”, que ofrece muy buena atención en una terraza agradable cumpliendo con el protocolo de bioseguridad. Platos elaborados al momento como: lomo saltado, ceviches, chicharrones de muy buena sazón. Por la noche, la oferta gastronómica se limita a la Av. Loa, pues alrededor de la plaza municipal de Ancón, no existen buenos restaurantes que ofrezcan las medidas sanitarias que hoy en día todos buscamos y que son indispensables.

En la av. Loa, encontramos un restaurante con dos pisos que ofrece pollos a la brasa deliciosos y muy bien servidos de nombre “El Fogón Mediterráneo”. Con atención inmediata y amable tuvimos una cena muy agradable. Nos hubiera gustado ir en embarcación a las islas para apreciar a los lobos marinos y aves marinas, pero por aquellos días, estuvieron suspendidos. Al día siguiente por la mañana, visitamos el sector de playa Hermosa y su malecón. Aquí, sobre un mirador, se ubica un local de la cadena Deli Bakery, que se encontraba en trabajos de mantenimiento para la próxima temporada de verano.

Volvimos con la intención de regresar a Ancón y la esperanza de ver esos mismos trabajos en aquellas bellas casonas que aún esperan un poco de atención para recuperar su estado original. Si quieren visitar Ancón les recomendamos hacerlo en dos días para descansar, salir de la rutina de la gran ciudad, pero sobre todo para conocer un poco más de nuestro rico pasado pre inca y la importancia arqueológica que alberga este balneario.