LA SIRENA DE ANCON
Ingresando al balneario, se puede observar una escultura hecha en bronce de una sirena acariciándose los cabellos sentada en una roca enorme. Una leyenda corre por todo el distrito de Ancón, la cual dice que los pescadores que regresan a la orilla en la madrugada, pueden ver a la sirena de bronce moviéndose y acariciándose el cuerpo. «Pero no es fácil verla moverse» – dicen los que la han podido ver.
Tiene que ser demasiado sigiloso, ya que con una de sus furtivas miradas, puede hacerte cometer cualquier cosa. Dicen que una de las cámaras de seguridad, captó el momento en el que un pescador llega a eso de las cuatro de la madrugada trayendo muchísimos peces para venderlos al día siguiente en el muelle, pero al subir las escaleras, se topa con la sirena acariciándose. El hombre obviamente se vio excitado ante esa situación, entonces no pudo contenerse y corrió hacia la sirena y quedo parapléjico.
Hace recordar escultura de una sirena de bronce, en la Bahía del Puerto de Copenhague. En la actualidad es el símbolo más prominente de la ciudad. Su fama es internacional y es visitada a diario por gran cantidad de turistas de todo el mundo. Inaugurada en 1913.